Siempre que nieva siento un cosquilleo en el estómago con tintes infantiles, que con cada copo que va cuajando va tiñendo de blanco también mi madurez responsable, convirtiendo mi espíritu treinteañero y de "sabelotodo", en una inocencia renovada.
Nunca antes tuvimos tantas normas para todo, tanto acceso a la información de manera inmediata, tanto contacto con otras personas de otras culturas y a la vez, nunca antes estuvimos tan perdidos. Cada vez que miro a mis Retoños siento en el fondo de mi alma cómo debo educarlos. A cada paso que doy es como si supiera cual es el siguiente de manera natural. Sin embargo no me dejo llevar por mi instinto y me confundo constantemente con las nuevas "teorías" de la educación.
Unas teorías que han olvidado al niño y que sólo prometen "ayudar" a los padres. Y además, estarán de acuerdo conmigo señoras, en que ahora más que nunca, estamos dejando un legado de niños maleducados y caprichosos, seguramente incapaces de desenvolverse por sí mismos en un futuro.
Pienso en mi madre. Ella nunca tuvo teorías a las que recurrir, tenía algo mucho más poderoso y que probablemente a más de uno le sonará a chino, tenía: "Sentido Común". Ese que te dice cuándo debes abrazar y besar, y cuándo has de castigar. El mismo que sabe que tanta tarta hara "que te duela la tripa" y que sino te abrigas "te cogerá el frío".
Quiero ser una mamá cuentista, lanza-zapatillas y campeona nacional de limpieza facial "niñil" con pulgar ensalivado. Pero sobre todo, no quiero "sacar" tiempo para mis Retoños, sino quitárselo a todo lo demás, porque al fin y al cabo, señoras, un día quise ser madre con tanta fuerza que al final lo conseguí.
Ahora cierren los ojos y recuerden el olor de sus madres. El más maravilloso del mundo. El único recuerdo que jamás se perderá y que se ha quedado pegado a la piel de nuestra alma a golpe de beso.
:_)
ResponderEliminarMaaaama! Te quiero!! (hala.. ya me siento culpable por ir a verla demasiado poco!)
Para una madre "siempre es demasiado poco"... Hay que empezar a ponerse un post-it en la nevera: Llamar a Mamá...
ResponderEliminar