domingo, 12 de enero de 2014

Una Famila perfecta




Hoy me pillan en un día de esos fatalíticos, en el que hagas lo que hagas nada va a salir como esperas. Hemos empezado la mañana bien tempranito a eso de las 7.30, y si hace tan sólo un par de días alababa los sábados en familia, hoy digo que los domingos tempraneros no son santo de mi devoción. Mi Retoño número uno se ha levantado poseído por unos Uruk Hai, así que lo de remolonear bajo las sábanas se ha transformado en batalla campal bajo el nórdico. Se imaginarán cómo ha sido el resto de la mañana. 

Una a veces se imagina viviendo una vida de serie de Telecino, de esas en que los desayunos tienen montones de tostadas, y zumo recién exprimido. Ya saben, los niños ya desayunan vestidos y oliendo casi casi a Chanel, bueno a Petit Cherie, pero ya me entienden. Siempre me he preguntado cómo se las apañan otras familias que parecen tenerlo todo súper organizado. Esas familias que tienen la casa limpia, la comida del domingo "encaminada" y bajan todos al parque con una sonrisa reluciente a eso de las 12.30. No sólo hacen que me pregunte cómo lo hacen, sino que además me provocan una profunda envidia, porque dejan al descubierto lo malísimamente mal que debemos organizarnos el Solete y yo.





Pero claro, aquí me entra la duda. ¿Estas familias tan estupendísimas también tienen un Uruk Hai por hijo? Porque yo, que soy mucho de Super Nanny y bien sabe Dios que pongo en práctica todos y cada uno de sus consejos (bueno me falta lo del mural con las normas y las estrellitas, pero es que mi Retoño tiene 2 años, y lo de leer aún queda algo lejos), cómo narices hago que el susodicho deje de correr medio en cueros por la casa, mientras persigue al pobre Leo (si, también tengo perro), cuando lo único que le he dicho es: "cariño recoge tus juguetes y nos vestimos para ir al parque". Pero eso no es todo. Por si hubiera poca fiesta montada, su hermana se solidariza con la causa y empieza a demandar atención a grito pelado, y cuando digo grito, es GRITO. Y mi Solete en ese momento de caos absoluto, me habla desde otra habitación para preguntarme no sé qué de unos calcetines. 


Bien, pues Señoras, yo en estas situaciones pierdo completamente la compostura. A Súper Nanny la pueden enviar de una patada lejos, muy lejos,  y todas la teorías sobre la educación y otras tantas sobre las relaciones amorosas, también. En estos momentos, el Uruk Hai soy yo.


Ironías de la vida, sólo querías pasar una mañana de domingo tranquila, ya saben café, croissants, juegos con los niños y un paseíto por el parque antes de comer. Y no se sabe muy bien cómo de repente te estás duchando a las prisas (nada de mascarilla ni peelings...) a eso de las 15.00 de la tarde y mandando al Solete a comprar algo de comida basura porque: "A estas horas ya qué me voy a poner a cocinar, si ni ganas tengo." Y no sé ustedes en mi situación, pero a mí me invade una sensación de "pringadez" total.


Así que al final en días como hoy, lo mejor es bajar completamente el listón, vamos, si es posible, quitarlo directamente y asumir que tu familia es un poco como tú, caótica... Que los Retoños son sólo eso y no figuritas de adorno y que el Solete al fin y al cabo ha ido a comprar comida basura y ha vuelto con una gran sonrisa y un beso de regalo. 


No sé si habrá familias perfectas, pero la mía dentro de todas sus imperfecciones (empezando 
por la que escribe) creo que es maravillosa. Disfruten del caos de sus casas. Prueben a no recoger los juguetes, a no cocinar "sano" hoy y a aflojar un poco el pistón, porque a veces no queda otra y además se vive mucho mejor...


Reírse es tan sano y barato que deberíamos hacerlo más a menudo, y si es de nosotros mismos mucho mejor.






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