¿Conocen esa película de Michael Douglas en la que un día se levanta "calentito" y es mejor no cruzarse con él? Seguro que si, al menos de oídas. Y una se plantea:
¿Al día de furia, se llega por casualidad o se va fraguando en el interior hasta que de repente : "explota explota me explo..."?
Sea como fuere, aquí van 5 maneras para sobrevivir a UN DÍA DE FURIA (y de paso hacer que los que le rodean salgan indemnes) :

1. Admitámoslo, hoy no van a ser simpáticas. Ni agradables. Ni tan siquiera educadas. Así que mejor no se relacionen demasiado con los demás... Si su trabajo es como el mío y no les queda más remedio, entonces siempre ayuda imaginarse en un contexto distinto. Por ejemplo yo me veo a mi misma como una de esas amas de llaves inglesas de antaño, tan serviles por fuera pero veneno puro por dentro... En realidad son las que manejaban el cotarro, controlandolo todo pero sin "hacer ruído" y eso, MOLA....
2. Humor. Si, ya sé, hoy no tienen el día para chistes. Yo tampoco. Pero un poco de humor no va a empeorar las cosas... Yo para momentos así, elijo un clásico del club de la comedia americana: Achmed the dead terrorist. Para las señoras que llevan el inglés sólo "regulero" (nivel medio hablado y escrito, ya saben..), les dejo este otro enlace, más breve pero hilarante, un clásico del cine.
3. El vino siempre ayuda. Ya lo saben. Soy fan. Peeeeero, son las 10.00 de la mañana y estamos en la oficina. NO QUEDA BIEN. Pero un cafecito con esa compañera que todas tenemos y con la que despacharnos a gusto criticando al mundo, es casi tan balsámico como un Riojita.
4. La música amansa a las fieras. Al menos eso dicen. Youtube, esa gran fuente de recursos, nos ofrece cualquier melodía que imaginemos. Yo les aconsejaría que huyeran de canciones que sigan arengando su estado furibundo. Mejor algo sencillo, facilón y que sin duda bailaríamos incluso delante del jefe, Single Ladies.
5. Por fin estamos de vuelta en casa. No hemos matado a nadie y aún conservamos nuestro puesto de trabajo. Hora del baño.... Un clásico... Espuma, sales, y velitas. Ojo con las velas, no vayan a quemar las cortinas... Y en ese momento ya está permitido además, llevarse una copita de vino.
Pero sin duda lo que más me consuela es que hoy "también pasará". Citaré a mi abuela, una señora de la que hablaré muchas veces por sus inumerables cualidades. En este caso uno de sus dichos que más me gusta es: "¿Alguna vez viste que lloviera y no parara?"
Cierren el paraguas señoras, la tormenta está a punto de pasar
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