martes, 25 de marzo de 2014

Te crees de 25 pero tienes 35




Empezemos con una buena dosis de realidad mañanera: Te crees de 25 pero tienes 35. Las carnes ya no son lo que eran, el pelo parece brillar menos y empiezas a sentir ligeras molestias en tu cuerpo que antes no tenías. Que si una contractura por aquí, que si un lumbaguito por allá, que si la factura del gas se te clava en un ojo. Carne de anuncio de hemorroides y estreñimiento, vaya. Que por cierto, ¿Por qué narices siempre somos las mujeres las que anunciamos este tipo de cosas? ¿Acaso los hombres no sufren también en silencio?

Pero hay algo más allá de lo físico que es lo que realmente me preocupa. Hoy me he dado cuenta de que he madurado. Así, sin más. Y es que, o he madurado, o me estoy conviertiendo en mi abuela, así que prefiero pensar que es lo primero. ¿Y qué es madurar?, se preguntarán ustedes.. Pues en mi caso dejar de anteponer mis deseos, a los de los demás. Deseos, que en muchos casos, yo he pensado, que era más necesidades, que otra cosa... No sé si a esta conclusión se llega por ser mamá, o hubiera desembocado en el mismo punto tarde o temprano...



Me empieza a parecer aburrido Facebook y me parece una pérdida de tiempo estar todo el día con el whatsapp, dale que te dale al mensajismo grupal, que empiezas con que a ver si quedamos que hace siglos que no nos vemos, y la cosa se lía hasta llenar tú tarjeta de memoría con Julios Iglesias , y lo sabes. Creo que un día me abrí una cuenta en Twitter, pero no sé ni cómo se accede, las camisetas de Zara a 9.99 me aburren y además no encuentro mi talla.. En fin... Lo que les digo, prefiero pensar que estoy madurando, porque sino todo apunta a que me estoy volviendo una CARCA.

Pero es que esto no es todo. Yo, la reina de las mudanzas (4 en 4 años) ahora, NO QUIERO MUDARME. Entrar en Fotocasa (página que tenía guardada en favoritos), me parece algo vacío e inocuo. He perdido la ilusión. Pero no se crean que es por la pereza que supone desmantelar el hogar, que yo para eso soy muy espedita y he creado una técnica muy pulida, que garantiza la instalación completa (sin cajas por abrir) en el nuevo nidito en menos de 72 horas. Es que: QUIERO ECHAR RAÍCES. ¿¿Pero qué me está pasando....??

Y así con todo. Tengo un disgusto... Que si compro un pollo entero porque es más barato que comprarlo por partes. Que si las sobras de comida se aprovechan para hacer nuevos platos. Que si limpio al Retoño con restregón de pulgar ensalivado... Que si abrígate que hace frío...

Y lo definitivo. Lo más chungo de todo. "En mi época la música era mejor que lo que escucháis ahora". Puanggg... He entrado de lleno en la senectud. Sobre todo cuando hace poco leí un artículo que hablaba del aniversario de la muerte de Kurt Cobain, del que ahora se cumplen 20 años y a mi me parecía ayer... ¿¿¿¿20 años????? ¿¿¿¿Cómo???? Pero si eso es una vida...

Por concluir y para sentirme un poco más jovenzuela, en mi defensa diré, que no soy mayor, sino algo más sabia. Y que me gusta haberme desprendido de ciertas "frivolités" de "peterpanismo" y sentir que por fín ando algo más centrada en la vida.



Una última reflexión: La fruta más jugosa, más dulce, más apetecible, es la que cae del árbol porque ya está madura. Así que yo debo estar en el momento justo para que me hinquen el diente.... ¿No creen?




martes, 18 de marzo de 2014

8 razones para dejar de intentar ser una Súpermujer




 Llego con un día de retraso a mi cita semanal con el blog, mis disculpas. El problema es que no me da la vida para nada. Me pasma la gente que además de trabajar con un horario de oficina, cuida de la casa, de los niños, compra cartulinas para las activadades del cole, prepara la cena y la comida del día siguiente, y además, TIENE TIEMPO DE HACER EJERCICIO.. Ejercicio????

¿A qué hora se levantan estas señoras? Porque mi despertador me martillea la cabeza a las 7.00 a.m y mis posaderas se vuelven a meter en la cama a las 00.30 y creanme si les digo que no he podido hacer ni la mitad de lo que me hubiera gustado y la mitad que si he podido hacer, ha sido con prisas, estrés y bastante mal humor, por cierto.


Y es que vivimos en una sociedad en la que por mucho que nos digan que dejemos a un lado el modelo de Súper Mujer, por otro no dejan de bombardearnos con ejemplos de grandes triunfadoras en el mundo laboral, que además son mamás de 3 churumbeles, están felizmente casadas, tienen hobbies y por supuesto van al gym a mantener su enviadiable físico. Y eso nos lo chutan, así sin más, como cuando te hablan de que el "must" de  esta temporada es un bolso de Prada de 2.000 euros... Oiga, será un "must" para usted, pero para mí, el must es llegar a fin de mes.

Y ahí estoy yo, entre mujer del S.XXI y señora del S. XIX. Porque a veces lo único que querría es estar en mi casa, con mis Retoños, haciendo tortitas para desayunar y separando la ropa blanca de la de color, y otras en cambio, me muero por ir el lunes a la oficina y sentirme como en Armas de Mujer, hombreras incluídas. Lo que realmente me fastidia es que no hay horas en el día para combinar ambas cosas, así que siempre tengo la sensación de no hacer "bien" casi nada... En el trabajo, porque estoy pensando en cómo estarán los niños, si comerán o no (particularmente me han salido unos Retoños poco comilones y tirando a delgaduchos...) y en casa, por si se me habrá quedado algo en el tintero en la agenda de mi jefe. Un sinvivir vamos. Ni que decir tiene cuando además hay alguna visita al pediatra o cualquier otro compromiso que se sale de lo habitual.


Mis tortitas del domingo... 

Para una persona como la menda, con cierta inclinación al T.O.C, lo de bandearse entre el caos y el desorden, está completamente fuera de lugar, vamos que me descoloca totalmente. Aunque aún recuerdo una yo, no hace mucho, más hippie, más pasota, más "vivalavirgen", vaya. Podía quedarme tumbada en un sofá pensando en lo divino y lo humano durante horas, sin una pizca de remordimiento oiga. ¡Juventud, divino tesoro! Ahora sin embargo cuando me encuentro con tiempo "libre", no sé si verdaderamente es tiempo para malgastar, o es que se me está olvidando hacer algo. Generalmente suele ser lo segundo.

Así que después de estrujarme la sesera he dado con un Plan Maestro, que consiste en seguir las siguientes pautas:

  1.  Dormir está sobrevalorado... Total, el día que consigo hacerlo durante 4 horas seguidas, me parece haber pasado la tarde en un SPA...
  2. Las pelusas son mis amigas. Decoran y además si se juntan muchas al final hacen las veces de alfombra y seguro que dan calor, así que algo de calefacción me ahorro...
  3. La Plancha: ese elemento inútil. Es mejor aprender a tender correctamente... 
  4. Asúmelo, los Reteños son divinos, pero no son modelos, así que pueden llevar cierto número de manchas en la ropa.
  5. Mis tortitas están de muerte, y la sopa de sobre, también. 
  6. ¿Quién dijo que no se puede ser romántico por whatsapp con el Solete? Si miles de adolescentes tienen relaciones por este medio yo también... Cultivando mi matrimonio versión 2.0. Tiene su gracia.
  7. El jefe podrá "soportar" que llegue 5mins tarde y que de vez en cuando me vaya a mi hora. Sobrevivirá.
  8. Ser "simplemente mujer" ya es bastante. Tiro mi capa de Súpermujer.

De momento he parado aquí, pero podría continuar si quisiera...

Y ustedes, ¿cómo llevan sus listas? ¿Alguna Súpermujer en la sala,? ¿O son más mi estilo?




Feliz Semana.







lunes, 10 de marzo de 2014

Por fin sol, al menos para algunos!






Primer fin de semana de sol y nos volvemos locos como los ingleses, cualquiera diría que vivimos sumidos en la oscuridad total. Pero lo entiendo señoras, el buen tiempo anima a cualquiera. Bueno, a cualquiera no, porque a una servidora no siempre le pone contenta. A veces un sábado de sol radiante sólo sirve para poner de manifiesto que aunque la vida te está gritando que te alegres, tú sólo quieres hacerte bicho bola debajo de las mantas.



Y es que señoras, lo cierto es que no llevamos una temporada muy animosa. Una intenta escribir de manera jovial y resaltar sobre todo, los mejores momentos, porque claro, no es plan de deprimir al personal, que bastante tendrá con lo suyo. Pero hay días que son de NO, o más bien temporadas, y nosotros estamos metiditos hasta las orejas es una de esas.


Y es que las cifras del paro nos salpican también a nosotros, la súbida de la luz y el gas hace que me plantee seriamente volver a las cavernas y quizá lo peor de todo, que mi Retoño mayor enlace un virus con otro, semana sí, semana también, me tiene completamente desquiciada. Este fin de semana lo he visto tan pachucho que me he planteado seriamente hacer guardia en la puerta de urgencias hasta que me dieran una solución, más allá del agua, el "hay que esperar", y el "si, estos virus están en el aire"... 




Y es que, si algo duele, son los Retoños. El mío, concretamente que se caracteriza por ser pizpireto, sonriente y con un punto gamberro, lo tengo más mustio que una lechuga. Quejicoso, cansado y en general con el ánimo por los suelos. Y claro, a mi, se me parte el alma... No hay manera de sacarle una sonrisa. Y ya me conocen, yo con mi imaginación desbordante, empiezo a darle caña a las neuronas y me pongo a pensar que en vez de una gastroentiritis, a mi hijo lo que realmente le pasa es que han venido unos marcianos y lo han envenenado, porque sino, no lo entiendo. Me lo expliquen por favor. 

Así que entre virus, facturas y ropa sucia, la vida doméstica anda por lo suelos. El Solete tampoco es la alegría de la huerta, creo que él también ha caído en el desánimo y en la fiebre. Esto parece una epidemía. 

Hace tiempo que dejé de considerarme exigente en cuanto a lo que le "pido a la vida". En este momento sólo quiero que Retoño mayor sonría con la mirada y que Solete sonría con el alma. Y bueno, si además este sábado nos podemos escapar en plan novios y hacer un cine con extra de palomitas, entonces ya sería la locura.

Espero que su semana haya empezado con mejor pie que la mía. Pero ya sabemos que lo que importa no son los comienzos....

¡Ánimo señoras!


lunes, 3 de marzo de 2014

De Vivan los novios, reencuentros y algo de lluvia.




Pues si señoras, por fín llegó el gran día, la primera Gran Boda de la temporada. Y menuda boda, además. De esas que te dejan sin aliento desde el principio. El novio, guapo reguapo para asombro de algunos, pero no para mí, que siempre supe ver el galán escondido tras el disfraz de montañero desaliñado. Ella, bonítisima... Con ese aura impoluta de las que se visten de blanco por convenciemiento y amor. Así que no hay duda, en cuanto la ví, se me hizo un nudo en la garganta y tuve que hacer muchos esfuerzos para no soltar una lágrima. Después de aplicar toda una paleta de grises a mis ojos para conseguir el "efecto ahumado" más me valía un poco de contención.

No faltó de nada.... Invitadas elegantísimas, algunas como auténticas divas de los años 50. Hombres de raya diplomática y gemelos, e incluso recuerdo haber visto a un "Pablo Alborán" que me ofreció callos a eso de las 00.00...  (en las bodas de mañana las recenas son a esas horas...). Pero sobre todo, lo que más abundaba era el amor. Unos novios generosos como pocos que lo único que querían era que sus invitados (350 nada menos) se lo pasaran bien. Durante todo momento sentí que ese día, lejos de ser el suyo, era NUESTRO, porque así lo quisieron ellos. Dejaron a un lado el protagonismo impuesto por este tipo de ceremonias, y se convirtieron en los afintriones perfectos de reencuentros, confidencias y música de los años 90.




Gusto exquisito por los detalles, llenos de fuegos artificiales, tartas espectaculares, bigotes de pega (aunque me consta que alguno era real) y gestos de cariño entre ellos tan sutiles que los hacía aún más especiales. La canción con la que comenzó el baile no podía ser más preciosa, Blue Valentines, de Tom Waits. Un "eriza bellos" desde el primer acorde. Soy muy fan... Viva Tom Waits...

Y luego, ya se podrán imaginar, baile y más baile. Dando vueltas como una peonza por aquella pista resbaladiza en la que lo dimos todo a ritmo de los 80 y 90, pude comprobar como el tiempo pasa pero la gente no te olvida. Y de paso, yo a ellos tampoco. Amigos que dejas en otra ciudad, y que te has hecho por casualidad, casi por accidente, pero que al verlos de nuevo te sientes como en casa y te das cuenta lo mucho que los has echado de menos durante este tiempo.

Así que ya ven, una Boda en toda regla, con su "que se besen" incluído. Pero hubo un invitado sopresa que aunque intentó deslucir el magno evento, no lo consiguió. La lluvia se presentó desde primera hora de la mañana, del brazo del viento y vestidos de temperaturas bajas. Así que, esta menda, que iba un poco de primaverita, o sea, de paleta de la capital, se quedó aterida en el paseillo hasta la iglesia. Nada que no se solucionase en cuanto me tomé el primer vino.





¡Que vivan los novios, los padrinos y los amigos!

P.D... Gracias a todos los que os acercastéis para felicitarme por el blog... Fue todo un efecto WoW para mí... aún ando ojiplática total...