Querido diario,
Siento haber tardado una eternidad en volver a garabatear pensamientos a lo loco y sin sentido en el universo blogger, pero por una vez no ha sido cuestión de pereza, sino de una completa y absoluta falta de tiempo, y porque no decirlo también y aunque no sea políticamente correcto, de ganas...
Y es que los últimos meses han sido tan frenéticos que aun sigo mareada por el viaje.. Igualito que cuando te bajas de la noria y no puedes andar en linea recta ni agarrándote a una barandilla. Aun asi, creo que ha llegado el momento de anunicar al mundo virtual que de vez en cuando decide leerme, que he vuelto, y esta vez para quedarme... He cambiado el bocata de calamares, por los fish and chips, y el sol por el paraguas. Asi es, London's Calling. Vamos que mas que una llamada, ha sido un grito para hacer las maletas, gastarnos hasta el ultimo centimo que teniamos ahorrado y empezar de cero, (y tan de cero) en el "Niuyol" europeo.
Que nadie se crea que el Solete, los retoños y yo nos hemos venido a lo loco... Ambos tuvimos la gran suerte de encontrar trabajo desde España y esa fue la razon por la que echarnos el mundo por montera y hacer la apuesta mas fuerte de nuestras vidas... Porque creanme si les digo, que al principio hace mucha gracia lo de comer fish and chips, el rollo multicultural, y el Big Ben, pero al final de dia, Londres es una ciudad como otra cualquiera, con su merceria a la vuelta de la esquina y cierto toque rancio con olor a tweed enmascarado por la ola de modernitos hipster que piensan que esto es lo mas..
Y es que desde el sofa de nuestra casa que es España una parte de nosotros sigue invadida por el Landismo (que viva Alfredo Landa!!), y fantasear con la idea de vivir en la capital inglesa nos provoca un nosesquequequeseyo y de inmediato creemos que alli nos transformaremos en una mezcla de Alexa Chung, Cara Delavigne y Kate Moss de golpe y porrazo. Que al pasear por sus calles adoquinadas, con sus singulares casas con chimeneas y elegantes señores con bombin, vamos a callar para siempre nuestro provincianismo interior y de inmediato sabremos como mezclar perlas con deportivas sin parecer la clasica señora de toda la vida que baja al mercado con chandal y tacones...
Señoras mias, he aqui lo aprendido hasta ahora, quiza no sea lo que esperan leer, y preferirian que les dijera lo maravilloso y glamouroso que es todo, pero alguien tendra que hablar claro, no?
- Una vez pasados los primeros momentos (meses?) de euforia, Londres es como cualquier otra gran ciudad.. Un servicio de transportes horrible, gente maleducada y unos horarios comerciales que no encajan con tu vida laboral.
- Esto es CARISIMO. A ver, repitan conmigo C.A.R.I.S.I.M.O
- La comida es mala y no se puede decir de otra manera... Que la cultura inglesa no es famosa por su cocina lo sabe todo el mundo. Que es aun peor de lo que una servidora pensaba, TAMBIEN...
- Las casas ideales de cien chimeneas solo se las pueden permitir unos pocos. El resto nos conformamos con vivir en un sitio decente, que no tenga moqueta en todas partes y que el barrio este lo suficientemente lejos del centro para evitar las ordas de turistas (y que no nos lo podemos permitir vaya), pero lo suficientemente cerca para no arruinarse con el transporte publico.
Asi que, querido diario, queridas señoras, y bloggerismo en general, en los proximos meses ire compartiendo mis experiencias en esta nueva ciudad, en la que a veces me siento como Gracita Morales (grande Gracita) y otras como Poppy Delavigne. Mientras tanto disfruten queridas de un inicio de Otoño que promete ser muy interesante, al menos para mi.
P.S Desde aqui mil perdones por la falta de acentos... No los tengo en el maldito teclado ingles.. Alguien sabe como ponerlos? Tengo el truco para la "ñ" si alguna vez les pilla fuera de España... Solo han de mantener pulsado la tecla "alt" y escribir el numero 0241 y voila!!!
Ahora si, disfruten de este maravilloso miercoles de otoño!
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